Hay algo en lo que escribe Robert Kirkman que me tiene embelesado. Sus guiones son muy ligeros, se leen con fluidez y huyen de artificios que, en manos de cualquiera que no sea Alan Moore o Neil Gaiman siempre, inevitablemente, acaban pareciendo una patata.
No, Kirkman se recrea en presentar historias llanas, fáciles de entender, pero con una segunda lectura llena de matices y de reflexiones sobre temas que, a priori, no tienen demasiado que ver con la historia que en teoría nos intenta contar.
Invencible tiene toda la frescura de un Spider-Man primerizo, pero también un serio diálogo interno sobre ser diferente, tener que ocultarse, saberse mejor, y sin embargo, dejar que la vida "real" se adueñe de ese mágico don y lo sepulte.
Ni siquera cuando Invencible vuela con el traje es verdaderamente libre. Su pasado, lo que ocurrió con su padre y sus responsabilidades para con su madre y el resto del planeta, pesan más para él que la verdadera libertad que podría reclamar con un simple "No quiero".
Pero es que, además, Invencible ¡es la historia de un chaval con superpoderes!
Figurate. Chicas donde elegir, peleas con malutos donde eres el más fuerte, ropa molona, poder volar y traer a tu chica el regalo que quieras hacerle, de cualquier lugar del mundo. No preocuparse de los deberes, disfrutar y ser feliz...
Las dos historias, la del chico superpoderoso y la del responsable guardián de la Tierra, se unen en esta colección que, primero Aleta y ahora Dolmen, tras haber absorvido el sello valenciano independiente, nos están trayendo desde hace años.
Esta colección nos recuerda que los supers de Marvel y DC están bien, pero hay más historias superheróicas más allá de las dos grandes.
Invencible es una de las compras seguras cada vez que aparece un nuevo tomo, y este último, no podía ser una excepción.
De Otro Mundo recoge la historia donde se quedó en el anterior, dejando a Mark con un hermanastro, un padre a punto de ser ejecutado en la prisión Viltrumita, su madre intentando rehacer su vida, y las visitas de Allen, el alien y una agente del planeta de sus antepasados, con bastantes malas ideas.
Un paso más en esta fantástica obra que no hay que perderse, bajo ningún concepto.
Un saludin
No, Kirkman se recrea en presentar historias llanas, fáciles de entender, pero con una segunda lectura llena de matices y de reflexiones sobre temas que, a priori, no tienen demasiado que ver con la historia que en teoría nos intenta contar.
Invencible tiene toda la frescura de un Spider-Man primerizo, pero también un serio diálogo interno sobre ser diferente, tener que ocultarse, saberse mejor, y sin embargo, dejar que la vida "real" se adueñe de ese mágico don y lo sepulte.
Ni siquera cuando Invencible vuela con el traje es verdaderamente libre. Su pasado, lo que ocurrió con su padre y sus responsabilidades para con su madre y el resto del planeta, pesan más para él que la verdadera libertad que podría reclamar con un simple "No quiero".
Pero es que, además, Invencible ¡es la historia de un chaval con superpoderes!
Figurate. Chicas donde elegir, peleas con malutos donde eres el más fuerte, ropa molona, poder volar y traer a tu chica el regalo que quieras hacerle, de cualquier lugar del mundo. No preocuparse de los deberes, disfrutar y ser feliz...
Las dos historias, la del chico superpoderoso y la del responsable guardián de la Tierra, se unen en esta colección que, primero Aleta y ahora Dolmen, tras haber absorvido el sello valenciano independiente, nos están trayendo desde hace años.
Esta colección nos recuerda que los supers de Marvel y DC están bien, pero hay más historias superheróicas más allá de las dos grandes.
Invencible es una de las compras seguras cada vez que aparece un nuevo tomo, y este último, no podía ser una excepción.
De Otro Mundo recoge la historia donde se quedó en el anterior, dejando a Mark con un hermanastro, un padre a punto de ser ejecutado en la prisión Viltrumita, su madre intentando rehacer su vida, y las visitas de Allen, el alien y una agente del planeta de sus antepasados, con bastantes malas ideas.
Un paso más en esta fantástica obra que no hay que perderse, bajo ningún concepto.
Un saludin
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