UNA MIRADA AL AIRE 5
Estamos de los nervios.
Así, sin rodeos ni eufemismos. Hasta los mismísimos nervios.
Uno no sabe si la cosa viene por la sociedad, que te obliga a vivir a ritmos inaguantables para cualquier persona humana, o si es que realmente somos así y nos gusta sentirnos más ocupados y/o preocupados de lo que de verdad estamos.
Y no es que sólo se vea a nivel de la calle, no…
Basta con poner un rato la tele, ajustarse el pinganillo de la radio un momento, y ya la tenemos liada.
Que si unos, que si otros, que si acuso, que si recrimina, que si boicoteo, que si insulto…
En serio, si en estos momentos llegaran los marcianos de Tim Burton a destruir a la raza humana, a Uno le parece que se sentarían un rato en los platillos, con las palomitas y
¿Es necesario que todo el mundo ande con las uñas fuera de las fundas? Vale, entiendo que no siempre se puede con buen humor por la vida esta, pero tampoco creo que sea necesario ir con el ceño fruncido a todas partes, ni enseñar la dentadura a todo el que te pare a pedir la hora.
Uno comienza a pensar, y llega a la conclusión de que quizás la vida no sea todo ser el primero, ni siquiera el segundo, ni haya que imponer por imponer, ni tampoco, claro, acatar sin más. Pero Uno se pregunta si la vida, tomada junto a unas saludables dosis de optimismo y buen humor, aderezadas (en su justa medida, por supuesto) de la mala baba necesaria para continuar el camino, no sería la receta que nos han de enseñar los cocineros de la tele (cualquiera de ellos, que mira que hay…), en lugar de ponerse a freir merluza.
Otro gallo nos cantaría, supone Uno.
Un saludín
Comentarios
Pc, la cita la podemos posponer al jueves o el viernes, cuando te venga bien!