Robocop (2014): Un reboot interesante, pese a las apariencias


Los frikis somos de lo que no hay. Estamos tan encantados con nuestras películas favoritas que luego nos cuesta ver cómo se acercan a esos mismos personajes que nos encantan otros directores, guionistas  y productores

Ver una película de los 80 hoy en día es algo poco recomendable. Los recuerdos son engañosos y el tiempo y nuestra mente se encargan de borrar los momentos malos para convertirlos en algo remarcable y que nos hace asomar la lagrimita de la nostalgia.

Sí, Robocop, la película de Paul Verhoeven, es una joya de la época y en su momento fue un bombazo. Y sigue siéndolo, a ver quien lo duda. La mala leche que rezuma esa película, los continuos guiños a la realidad social de la época, con sus yupies y las megacorporaciones comenzando a salir a la luz pública. Era, y es, una gran película.

Por eso, cuando se comenzó a hablar de un remake, o reboot, como se dice ahora, los aficionados a este robotizado policía pusimos la voz en el cielo. Vale, no es algo muy lógico, pero es que somos así...

Y llegó el momento de ver esta película y la verdad, yo no apostaba por ella. Incluso un buen amigo me dijo que ni se me ocurriera ir a verla, que vaya porquería iban a hacer. Curiosamente, él la vió antes que yo y lo que me dijo fue: "¡Peliculón!". Siendo como es un cinéfilo de los buenos, eso me hizo sospechar que quizá no era la película fallida que todos esperábamos.

Y ciertamente, no lo es.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que se trata de otra historia. Sí, tenemos a Alex Murphy y tras un atentado es herido y dado por muerto. Pero han podido salvarlo y convertirlo en el brazo robótico de la ley y el orden. Tenemos también a la OCP, y a un CEO sin alma que intentará hacerse todavía más rico. Pero a partir de ahí, todo cambia.

El Alex Murphy del siglo XXI ha roto la imagen que teníamos del agente de los 80. La sociedad ha cambiado y la película la refleja. Eso sí, la manera de hacer cine ha cambiado y Jose Padilha no es Verhoeven, por mucho que lo intente. 


Pese a ello, Robocop no deja de ser una película entretenida y que recoge la mitología del personaje y la actualiza, trasladándolo a una tecnología más plausible en un futuro próximo (aunque, como siempre, se quedará corta o se pasará, como siempre). La historia fluye con facilidad y la trama no es enrevesada. Es un blockbuster, así que no esperemos grandes giros argumentales y la parte de mala baba que aparecía en la película original se desvanece entre escenas edulcoradas y faltas del gore del que hacía gala aquella.

Me gustó, que ya es bastante, y la recomiendo para descubrir a este personaje icónico del mundo del cine y con suerte, para acercarse a la excelente película donde nació, y a  su secuela. No, la tercera no. 

Eso sí, la nueva película ha de verse sin prejuicios, sin comparar como los frikis que somos escena por escena y dejarse llevar por lo que nos están contando. Muy recomendable.

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