Ya he terminado mi primera inmersión en el universo zombi propuesto por Dolmen Editorial. He de confesar que andaba con alguno de los libros publicados por la editorial mallorquina desde hacía unos meses, pero no me hacía a la idea de comenzar con ellos.
Por fín, me decidí por el libro de Carlos Sisi, LOS CAMINANTES que nos traslada hasta Málaga, una ciudad mucho más pequeña que la capital del Imperio y mucho más interesante para recorrer en mitad de una hecatombe de muertos vivientes que aquella.
El libro ha sido una sorpresa, porque me ha gustado. Me ha gustado mucho.
Soy muy aficionado a los libros que tienen un grupo de personajes como protagonistas. Son historias que pueden llevarnos a situaciones muy interesantes porque hay que trabajar la relación entre ellos, definir muy bien a cada uno de ellos y darles una personalidad diferenciada, de manera que con leer una frase suya o una descripción de una acción determinada, puedas saber perfectamente quien es quien la realiza.
Los personajes de Carlos consiguen eso, destacar entre el resto y poner sus propias ideas frente a las del resto. Y eso, ya es punto a tener en cuenta.
El argumento es, bueno, como en todas las historias de zombis, la aparición de la Plaga y las aventuras y vivencias de varios grupos de supervivientes, que terminan luchando por sobrevivir juntos, con sus emociones a flor de piel, sus alianzas y todo lo que podemos imaginar.
Pero Carlos propone una variante, esa pequeña diferencia que hace que sea una obra única y diferente al resto.
Hay alguien al que los muertos vivientes ignoran, y además, se dedica a cazar supervivientes y lanzar a los espectros contra ellos.
¿Por qué este hombre tiene esa característica tan especial? Esa, amigo, amiga, es la cuestión que nos trasladará hasta la parte final de la novela, y la que ha provocado que me entren unas ganas locas de leer la continuación, que se publicará, si todo va bien, después del verano.
La novela nos da un final esperanzador, de esos que te da un respiro justo antes de volver a explotar todo, lo que supongo que ocurrirá en LOS CAMINANTES: NECRÓPOLIS.
La espero con ganas, desde luego.
Un saludín
Por fín, me decidí por el libro de Carlos Sisi, LOS CAMINANTES que nos traslada hasta Málaga, una ciudad mucho más pequeña que la capital del Imperio y mucho más interesante para recorrer en mitad de una hecatombe de muertos vivientes que aquella.
El libro ha sido una sorpresa, porque me ha gustado. Me ha gustado mucho.
Soy muy aficionado a los libros que tienen un grupo de personajes como protagonistas. Son historias que pueden llevarnos a situaciones muy interesantes porque hay que trabajar la relación entre ellos, definir muy bien a cada uno de ellos y darles una personalidad diferenciada, de manera que con leer una frase suya o una descripción de una acción determinada, puedas saber perfectamente quien es quien la realiza.
Los personajes de Carlos consiguen eso, destacar entre el resto y poner sus propias ideas frente a las del resto. Y eso, ya es punto a tener en cuenta.
El argumento es, bueno, como en todas las historias de zombis, la aparición de la Plaga y las aventuras y vivencias de varios grupos de supervivientes, que terminan luchando por sobrevivir juntos, con sus emociones a flor de piel, sus alianzas y todo lo que podemos imaginar.
Pero Carlos propone una variante, esa pequeña diferencia que hace que sea una obra única y diferente al resto.
Hay alguien al que los muertos vivientes ignoran, y además, se dedica a cazar supervivientes y lanzar a los espectros contra ellos.
¿Por qué este hombre tiene esa característica tan especial? Esa, amigo, amiga, es la cuestión que nos trasladará hasta la parte final de la novela, y la que ha provocado que me entren unas ganas locas de leer la continuación, que se publicará, si todo va bien, después del verano.
La novela nos da un final esperanzador, de esos que te da un respiro justo antes de volver a explotar todo, lo que supongo que ocurrirá en LOS CAMINANTES: NECRÓPOLIS.
La espero con ganas, desde luego.
Un saludín
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