Mirada al Aire

SOCIEDAD CRIMINAL

Por desgracia, nos ha tocado vivir en una sociedad en la que abundan los criminales, delincuentes sin miramientos que pululan por todas partes y hacen que nuestras calles, escuelas y lugares de trabajo sean un hervidero de actividad malediciente.

La cosecha de malandrines, de gente de mal vivir y peor convivir ha sido propicia los últimos años, y por suerte, los agentes del orden y la ley (aquí no me refiero a los que trabajan a pie de calle, sino a los que vigilan desde sus poltronas en cómodos despachos) se aseguran de que nadie, nadie, se salte las normas.

Se controlan las entradas a los conciertos y eventos varios para que nadie lleve peligrosas botellas de agua, esas mortales armas que tanto daño han hecho (a los bolsillos de quienes cobran fortunas por algo similar en el interior de los pabellones) y se dejan, si acaso, sin la protección sanitaria adecuada (sin tapón, con el correspondiente riesgo); se sanciona antes de cometer el terrible crimen de descargarse una canción o una película de la red (cosa que, en este nuestro país, no aparece tipificado como delito en ninguna ley), y si no se comete, pues mira, por si acaso; se condena a blogueros porque alguien, vaya usted a saber con que intenciones, hace un comentario “injurioso” (suele ser llamando a los miembros de determinada agrupación “sin ánimo de lucro” acaparadores de dividendos)…

Se nos señala como criminales, sin haber cometido ni un solo crimen, se nos presupone culpables de, por cierto, cosas que dan risa y vergüenza ajena, se llenan los juzgados de absolutas tonterías y se dejan en el aire condenas, investigaciones y hechos que sí son delito y que sí crean problemas a la sociedad.

Mientras se nos tacha de malos ciudadanos, se premia a delincuentes condenados y con sentencia firme con miles de euros en las televisiones, se crea un circo político-mediático-de opereta con una trama de (presuntas, no nos vayan a acusar ahora…) corrupciones graves, se pasan por alto ingresos en prisión que terminan con la muerte de niñas y se deja que los ricos jueguen al monopoly con los juzgados de aquí cerquita.

Uno se pregunta si el mensaje que nos están transmitiendo no será que, ya que somos los malos, nos pongamos en serio y ya que cuesta más descargarse una película que robar miles de millones de euros, nos vayamos haciendo la idea.

Pero, por suerte, aquí abajo, lejos de los despachos y de las poltronas, todavía queda decencia y sobre todo, vergüenza.

Y, la verdad… ¿hay algo más satisfactorio que ver como los que se las dan de intocables van cayendo poco a poco?

Pues eso.

Un saludín

Comentarios

Juanjo Rubio ha dicho que…
Totalmente de acuerdo!
Saludos.
Anónimo ha dicho que…
Hola amigo hasta las torres mas altas del mundo han caido y el ostión a sido monumental.Muy bueno el articulo.Salud y República.
Anónimo ha dicho que…
Por cierto,tanbien decirte que he creado una especie de Blog,su nombre es LA MORADA EN MI MORADA,entra en mi perfil y podras acceder a el.Salud y República.