Leyendas Urbanas: Hoy, Hoax, las leyendas que llegaron por internet

El Universo de las Leyendas Urbanas se nutre, desde siempre de la capacidad de las personas para difundirlas.
Hasta no hace mucho, eran la distribución de fotocopias o cartas que se enviaban a varias personas a la vez para distribuir los mitos que han perdurado a lo largo de los años.
¿Quién no recuerda haber recibido, allá por los ochenta, una carta avisando de que, si no la remitías a al menos diez personas, no conseguirías el éxito en tu vida, y además, perderías el pelo, los dientes y hasta los calzoncillos?
Hoy en día, Internet ha sustituído a la tradicional manera de hacer llegar estos mensajes, y es la herramienta más rápida y útil para darles cancha ante un nutrido grupo de personas que, con la mejor de las voluntades, te las hace llegar para evitar que las terribles cosas que cuentan esos correos te vayan a suceder a ti o a los tuyos.
El problema viene cuando esos mensajes, que son muy catastrofistas, con una carga alarmista muy grande, se comienzan a propagar fuera del ámbito de la Red, y llegan a manos de medios de comunicación de los que no se preocupan en comprobar su veracidad y pasan a ser considerados “serios” porque han sido difundidos por una cadena de televisión, una emisora de radio o un periódico de tirada nacional.
Entre los ejemplos de “reenvía este mensaje o si no, cuidadín…” tenemos los que nos avisan del cierre del popular sistema de mensajería instantánea “Hotmail”. Sus dos presidentes, “Andy y John” (Así, sin apellidos), avisan que “sólo les quedan 578 nombres libres, porque “mucha gente abre cuentas que luego no utiliza”, y no puede ser…
Así que estos dos chicos avisan, de buen rollito, que si no se reenvía el mensaje, el Messenger se cerrará y reabrirá con un coste “desde verano de 2008”. Obviamente, no es el tipo de información que se enviaría para avisar de una situación así… ni de cualquier otro tipo.
Además, el mensaje se redistribuye un par de veces al año, y su texto es idéntico, pero varían los nombres de los “presidentes” y el año en que tal cosa sucederá…
También se utilizan estos mensajes “en cadena” para recaudar fondos para niños con graves enfermedades, desahuciados por la medicina de sus países de origen (generalmente Estados Unidos y países de Latino América). Los tratamientos que necesita para sobrellevar la enfermedad son excesivamente caros, y necesitan de la ayuda de los internautas para pagarlos.
Y, obviamente, la mejor manera para hacerlo es pedir que se reenvíe el mensaje donde lo explica todo a cuantos más contactos tuyos, mejor.
Así, un grupo de empresas relacionadas con la red, se comprometa a enviar un céntimo por cada correo que se reenvíe, porque ellos “lo rastrearán” para confirmar su envío.
Poco importa la enfermedad en cuestión. Los promotores de estos mensajes se encargan de que la víctima sea un niño indefenso, con una enfermedad grave y rara.
El caso es conmover a la “audiencia” y que el mensaje circule.
Porque la finalidad de estos mensajes es provocar que llegue al mayor número de personas posibles, y que se utilice el botoncito “Reenviar”, ya que quedan registradas las direcciones por las que ha pasado el susodicho mensaje, un regalo para las empresas encargadas de recoger direcciones de correo electrónico para enviar publicidad no deseada.
Es cierto, por desgracia, que hay niños con problemas en el mundo, pero no hay que confiar en los mensajes que airean el problema y solicitan estas actividades, y mucho menos, si piden dinero…
En este caso, alguien disfrutará de ese dinero, pero no será la familia del niño presuntamente enfermo.
Otra modalidad de distribuir estas leyendas urbanas son las presentaciones “Power Point”, a base de diapositivas y acompañadas por música y animaciones.
En alguna de ellas se puede llegar a conocer las malvadas tretas de los envasadores de leche, que vuelven a envasar la leche caducada en nuevos briks, que controlan mediante un número situado en la base del envase, o como los fabricantes de yogures cambian las tapas de los mismos cuando los retiran de las tiendas y ponen una fecha de caducidad más larga, a fin de hacer más larga la vida del producto….
Otras veces, un bulo surgido por Internet provoca que se convierta en una verdad aceptada por todos, y pase a ser una realidad contrastada, “gracias” a periodistas poco escrupulosos.
El exiguo coeficiente intelectual de George W. Bush, que muchos ya dábamos por hecho, no deja de ser una falsedad propagada por un estudio ficticio de una entidad ficticia, para minar su popularidad, o el célebre discurso en el que el lider iraní declaró que “Israel debe de ser borrado del mapa”, que fue una mala traducción del redactor de la agencia Reuters. En el comunicado oficial de Irán, no se hacía referencia a ninguna de estas situaciones, sino que se apoyaba al estado palestino y se criticaba la actitud de algunos países. La noticia, sin contrastar, fue publicada por medios de todo el mundo.
Y todo esto, se distribuye, con alevosía y mala baba, por nuestra querida red.
Un saludín

Comentarios

Juanjo Rubio ha dicho que…
Lo confieso. En los 80 recibimos y reenviamos "cartas cadena" (con peseta incluida)... jejeje

Interesante artículo.
Nos vemos.
Paco Hernández ha dicho que…
Otro buen post, me encatan los de leyendas urbanas jejeje. Al final culpamos a los medios pero somos nosotros mismos los que nos lo creemos todo, absolutamente todo. Hoy en dia no hace falta que salga en la prensa para ser real, doy fe de decenas de personas que se creen un powerpoint, diga lo que diga.