MIRADA AL AIRE

Temporales incómodos

Ha llegado el momento de las lluvias, cuando Uno no sabe a qué atenerse. En un momento, todo está en calma y de repente, cae un chubasco de esos que hacen historia y Uno se encuentra cubierto hasta la cintura, que casi tiene que ir buscando algo donde cogerse para no ser arrastrado por la fuerza de las precipitaciones.

En época de secano, Uno ya sabe que tiene que bregar con lo que hay, y no esperar más de lo que tiene, porque a la vista está el cielo. Despejado y limpito.

En épocas de lluvias suaves, pues se refresca Uno con la ligera lluvia, que hace bien y siempre es bien recibida.

Pero ahora, con estos aguaceros imprevistos, que te marean, te arrastran, te anegan y te confunden, más vale quedarse en casa, mirando por la ventana y disfrutando con un chocolate calentito, esperando a que pase la lluvia y los aliviaderos se lleven los restos del diluvio.

Porque si algo tienen estas aguas es que son efímeras, que desaparecen tan pronto como aparecen y no dejan más que quebraderos de cabeza y falsas esperanzas de bonanza.

Y lo más malo, es que conforme se acerque el mes de mayo, más fuerte lloverá, más agua caerá y al final, poco quedará que aprovechar.

Y encima, en la calle está lloviendo, y esto si que no es una metáfora sobre las elecciones.

Un saludín

Comentarios