España, ahora más conocida como China

A estas alturas, ya lo sabe todo el mundo. Un juez ha dictado el secuestro de una publicación, por considerar que su portada presenta una imagen “poco indigna” de los sucesores a la Corona española.

Alguien debería indicarle a este juez que una revista satírica debe, por obligación, meter el dedo en la llaga de la sociedad utilizando para ello los temas que están sobre la mesa, en plena actualidad y haciéndolo de manera que resulte evidente lo absurdo de muchas de estas cuestiones.

El Jueves se ha dedicado, desde hace 30 años, a trasladar al papel los comentarios que surgen en cada reunión de amigos, en cada quedada a tomar cañas, .

Y lo hace de forma cruda y concisa, como todos los buenos humoristas.

Vale, en ocasiones, se cruza la delgada línea que separa el mal gusto de la crítica ácida, pero son gajes del oficio.

En esta ocasión, aunque el dibujo es, a mi entender, no muy agraciado, sí cumple a la perfección con su papel: ofrecer una opinión, la del autor; criticar la oportunidad de la medida (la concesión de la subvención de los 2.500 euros por hijo) y crear debate sobre la Corona.

Porque la viñeta es hiriente en ese sentido… Utilizar a los Reyes, a sus herederos o a cualquier otro personaje icónico es algo común en este tipo de publicaciones, pero con la figura real, pues queda mejor la cosa.

El tema es que una caricatura del Príncipe de Asturias diciéndole a su mujer, Letizia, que si consigue dejarla embarazada, “será lo más parecido a trabajar que he hecho en mi vida”.

O sea, que se deja entrever que el Príncipe no trabaja, que su cargo y función son inútiles y que la Monarquía es una rémora que lastra la evolución de la sociedad actúal. Sí, sólo hay que leer el texto de los bocadillos para verlo claramente lo que se intenta decir.

Toda una declaración de intenciones acerca a la institución de la Corona por parte de la revista.

No me extrañaría que el juez se sintiera herido por esa visión de la figura del Príncipe, pero es que la cosa es peor: se ha ejercido una censura brutal porque… representa a los Príncipes manteniendo relaciones sexuales, y al parecer, disfrutando con ello.

Toda una postura, si señor (la del juez, digo). Al menos, vemos que las ideas continúan valiendo menos que el sexo.

Lo bueno es que toda la polémica ha servido para dar una inyección a la revista satírica por excelencia en nuestro país y no sólo consiguió que la edición "secuestrada" se agotara en pocas horas, sino que además, los próximos números serán todo un acontecimiento en los que jueces descerebrados, fiscales trasnochados y políticos carcas serán blanco de las plumas y plumillas de los chicos de El Jueves.

Como siempre, vamos.

Un saludín