Más noches de radio

La noche acompaña siempre a la hora de escuchar la radio. O quizás sea que la radio es el complemento idóneo para pasar una noche en vela, sea la situación que sea. Bueno, quizás haya un par o tres de situaciones en las que sería conveniente no tener la radio encendida y centrarse en lo que uno tiene entre manos, pero tú ya me entiendes.

Cualquier momento es bueno para divertirse, incluso en ese momento en el que estás completamente agobiado, y encima, no está bien visto que estés con los auriculares puestos en tus orejas. Y sí, normalmente, la noche es cómplice y te permite acercar la oreja al transistor, aunque se suponga que tengas que estar estudiando y te vayas a examinar mañana de esa asignatura tan importante en la que te juegas la carrera.

La radio de noche, siempre lo he dicho, reúne lo mejor de la comunicación sin imagen. La voz se modula de otra manera, el mensaje se transmite con finura, con humor, pero sin pasarse, dejando que la mente se acople a la cadencia de la locución…

Una gozada, tranquilizadora, pero entretenida. Suave, pero intensa a la par.

¿Alguien podría explicarle esto a los chicos de Ponte a Prueba?

¿Por qué tantos gritos, por favor? ¿Por qué tanto escándalo, tantas ganas de pasarlo bien? ¿No saben que los que escuchamos la radio de madrugada necesitamos tranquilidad?

Un programa que tiene como principal excusa para funcionar el sexo de sus oyentes (el que practican, no el que tienen físicamente, se entiende. Tampoco es cuestión de ponerse a medir. O quizás sí, vete a saber), que hablan sin tapujos de lo que de verdad les gusta a la gente, pero sin la seriedad de la Verdún. Y encima, son cómplices de llamadas por teléfono para vengarse, para declararse, para cortar relaciones…

Ya lo dice una de sus cuñas, ya… “Este es un programa de m…”, en voz de una detractora importada desde Prohibit als pares, anterior versión de este engendro en otra emisora.

Josep Lobató, Oriol Sàbat y Venus conducen este programa, al que no contentos de dotar de simpatia, buen rollo y un ritmo endiablado, van y crean una comunidad virtual en www.abrelaboca.com para continuar con todos los temas aunque no sea de noche, ni escuches la radio. Y la gente los sigue, oye…

Sorprendente.

Lo malo es que después, la misma Europa FM continúa con este tipo de programas, con La noche es nuestra, de Juli Thomasoro, una morena que se atrevió a tener sexo radiofónico en directo con la mismísima Venus. Un couple que hizo subir la temperatura a la audiencia (cosa bastante rara en esta práctica, que suele ser bastente risible, ridícula y que causa vergüenza ajena… Esos chicos cortados, tsk, tsk…)

Julie presenta el magazine musical de una de la madrugada, cuando terminan las dos horas del PAP, e intenta sacar el dinero a la audiencia volviéndonos majaretas con una canción puesta al revés. El truco está en adivinarlo, y si lo haces, entras en un sorteo de discos (singles de esos que les regalan a las emisoras). Junto a Julie, en ocasiones está JF León, que parece estar sacado de una peli de moteros de los 80, que destroza canciones y que intenta darnos pistas para averiguar de que personaje está hablando para (¡otra vez!) hacernos enviar un sms y darnos no uno, sino dos lotes de discos.

Y así, con música de esa de radiofórmula, que encima es distinta a la de otras emisoras de música, paso yo a veces las noches…

Vergüenza ajena, oyes…

Un saludín

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Pap es lo mejor, si eres una vieja como la k llamo aponerles verdes, pues con razon no os gustre es un programa para gente abierta, no para vosotros