ME HAN DICHO QUE...

… en Castellón, han encontrado a una señora maniatada en el almacén de una tienda de Todo a un euro de los chinos. Al parecer, la señora paseaba con su marido, y decidió entrar a comprar algo. El marido se quedó fuera esperando, y como la señora no salía, entró a preguntar. Nadie había visto a su señora comprando allí, así que el hombre comenzó a ponerse nervioso y llamó a la policía. Cuando los agentes llegaron, registraron el local y ¡sorpresa!. La mujer estaba en el almacén, atada y amordazada por los chinos del local, que pretendían venderla (si entera o a cachos, ya no lo sé).

La suerte, no sólo para esta señora, sino para los chinos del local y para el resto de la población de Castellón, es que esta historia, aunque la he escuchado varias veces en Onda, es totalmente falsa.

Es lo que comúnmente se llama una leyenda urbana, un mito actual que surge no se sabe bien de donde y que la gente se encarga de escampar y hacer llegar a los demás, en ocasiones hasta adornado y amplificado.

No se sabe de donde salen la mayoría de las leyendas urbanas, pero sí se conoce una de sus funciones: la de prevenir a los que las escuchan ante comportamientos que pueden llevar a finales no deseados y muy perjudiciales (en opinión de quien las mueve, claro) para quien los sufra.

En la mente de todos está la famosa aparición de Verónica, el fantasma del espejo, que en Estados Unidos toma la forma del inquietante Candyman, los desalmados que circulan por la noche sin luces, para tirar fuera de la carretera a quien les haga las luces a modo de aviso, o la de los cocodrilos en las alcantarillas, primero de Nueva York y luego en cualquier ciudad del mundo.

Pero todas estas cosas, que les ha sucedido al amigo del primo de la persona que le contó esto al primo de la persona que te lo cuenta a ti, no son todas las leyendas urbanas que nos encontramos. Los objetos cotidianos, las cosas que vemos día a día también tienen sus leyendas urbanas, mitos que han cobrado el estatus de realidad, pero que no son más que bulos que surgen y que se popularizan gracias al boca-oído. Las leyendas surgen, se escampan y crecen, y además, viajan. Pocas leyendas son naturales de los países donde se escuchan, sino que suelen ser variaciones de otras que surgen en otras latitudes y que se adaptan a las costumbres del lugar donde desembarcan.

La chica de la curva no es exclusiva de ese lugar que tú tan bien conoces, sino que las hay en casi cada pueblo, ciudad rural o curva peligrosa del mundo. Unas veces es joven, otras es más mayor, o va de blanco, o con ropa de fiesta.

También es curioso como van evolucionando los sistemas de transmisión de estas historias, desde el más cómodo, útil y funcional del radio-macuto, hasta las nuevas tecnologías, que han supuesto el paraíso para los fabuladores de las mismas.

¿Quién no ha recibido correos electrónicos con avisos sobre posibles atentados, porque a una amiga le han comentado que un musulmán estaba comprando el pan y ha avisado a un amigo español que no vaya a comprar en centros comerciales de determinada denominación tal día?

O que no coma en tal cadena de restauración, porque se ha encontrado un dedo, o un diente de rata o un apéndice extraño…

Los medios de comunicación, en ocasiones tan centrados en noticias serias, no dudan en airear estas leyendas urbanas, sin contrastar las fuentes y le dan así una categoría de veracidad que les ayuda a cuajar con fuerza en la sociedad y les da un espaldarazo tremendo.

Escritores, sociólogos, estudiosos, periodistas y columnistas con mucho tiempo libre se han puesto a bucear en todas esas grandes historias y se han escrito más libros sobre el tema que leyendas hay.

Bueno, quizás esto también sea una leyenda urbana, pero mientras, ten por seguro que en España hay tumbas de chinos, que no hay monedas de euro con la Ikurriña en una de sus caras, que Ricky Martin no vio ningún perro, ni ninguna lata de foi-grás y que puedes beber Coca Cola con toda tranquilidad, que a tu estómago no le va a pasar nada.

Un saludín

Comentarios

mr_X ha dicho que…
A mi me dijeron lo del musulman, pero con la Coca Cola. Me dijeron que no consumiera coca cola después del 6 de mayo de 2005, porque un conocido de un amigo le dijo que iban a cometer un atentado, envenenando la bebida más consumida del planeta.
Víctor Alós ha dicho que…
Es que la Coca Cola da para mucho...

A ver si me curro una recopilación de leyendas urbanas sobre el líquido elemento, que hay para parar un tren...

Un saludín
Anónimo ha dicho que…
la version americana de Veronica no es Candyman, es Bloody Mary, candyman es un producto cinematografico.

La chica de la curva es una "dama blanca" y hay leyendad e ese tipo en todo el mundo.

Yo hace un porron de tiempo mirando el tema este de las leyendas urbanas me arrime a la biblioteca municipal, y encontre unos libros sobre mitos y leyendas en la comunidad valenciana.

Es un libro simplemente genial, muy ameno y divertido que recoge las tradiciones locales.... vale la pena leerlo.

De todas formas lee este post que no encuentro el que publique en su dia, igual se perdio con la transformacion a wordpress

http://the-vice.com/2006/08/31/diceny-es-increible-pero-mentira/