Hablaba con una amiga sobre algo que ella definió como "cultura light" y entonces, como suele ocurrir cuando tienes una idea rondando, pero sin ánimos para salir por ella misma, se me encendió una pequeña bombilla.
"Cultura ligth", "subcultura", "cultura de masas".
Esos términos se suelen utilizar para nombrar a toda manifestación cultural que es devorada con frucción por algo más de cinco o seis personas y que además, se suele disfrutar sin necesidad de ser un lumbreras, un estudioso de nada ni una persona perteneciente a ningún tipo de élite social.
La palabra "Cultura", así, seca, dura y cortante, se reserva sólo para un tipo de manifestación que puede, debe, ser consumida con moderación, con cierta reverencia y con una distancia que asegure que, aunque la comprendes y aprecias, es algo demasiado bueno para que los demás puedan saborearla.
Los cuadros de los museos, exposiciones y galerías; las estatuas carísimas que los ayuntamientos ponen en las calles, tan bonitas ellas; los conciertos de orquestas a las puertas de las iglesias, todo eso es cultura. Silencio, respeto, frialdad...
Si no reúne estas características, no estás asistiendo a un acto cultural.
Si tu libro no tiene palabros extraños, si no te lleva al interior de la psique remozada tras las penurias de una infancia desoladora en yuxtaposición con la hegemonía del hedonismo proviniente de las clases menos asentadas y el paradoxismo de la lucha obrera, lo siento. No has escrito nada que tenga que ver con la cultura. Es simple "cultura basura", de consumo rápido y de disfrute de la vulgar masa.
Si es una película española, puedes añadir un par de tetas y algún desnudo (o varios) frontal de la actriz principal, que también querrá decir algo.
Pero si en la cinta hay dragones, elfos, guerreros medievales o de guerras futuras, naves espaciales o navíos bravíos, lo siento. Es de "niños", de consumo rápido.
De esas que duran algo más que tres días en cartelera, y claro, algo así, no puede ser "arte", ni "cultura".
A mi modo de ver, la CULTURA, así, en mayúsculas y rescatándola de las garras de quienes la pretenden convertir en un reducto para intelectualoides de película (artística, por supuesto), es algo más que todo esto.
CULTURA es lo que la gente aporta a la tradición que se remonta al principio de los tiempos (de las personas, me refiero), toda la manifestación que se une a lo ya existente, que se fusiona con ello y promueve que alguien ejercite sus neuronas para dar una nueva vuelta de tuerca a la situación y aporte algo más.
CULTURA es lo que las instituciones dan por hecho que lo es, y lo que no dan.
Es la música, desde la tonadilla más sencilla hasta la pieza barroca más elaborada, pasando por ese tema Trash, el pop blandito y prefabricado de los OTitos, el Salsa Rosa (ahí se nota la evolución. Antes habría dicho Tómbola), y CSI, los Morancos y los Monty Phyton.
Todo se une en un todo para definir lo que somos, lo que hacemos y adonde vamos.
Superman Returns no le pega una paliza en cuanto a calidad a Volver, pero gusta más a la gente, o al menos, ha conseguido que más gente vea la primera que la segunda. Porque está arraigado en la cultura de "masas". Porque es un idioma universal que trasciende a lo nacional para pasar a lo que degustamos sin necesidad de rompernos una neurona intentando descifrarlo.
¿Quiere decir esto que la película de Almodovar no es CULTURA?
No. Quiere decir que ambas lo son, pese a quien pese.
En el juego entran también el gusto de cada uno, el tipo de CULTURA que quiere digerir en cada momento, el mensaje que quiere recibir y la necesidad de querer ser uno mismo, y elegir lo que realmente te gusta, o la de pertenecer a un grupo determinado, sin tener en cuenta ese pequeño detalle.
El truco está en discriminar, en permitirse disfrutar de una cosa y de otra, de una ópera y de Lordi, de un cómic de Marvel y la Iliada, de conocer, experimentar y valorar lo que existe, y lo que queremos disfrutar.
Y olvidarse de las etiquetas que se esfuerzan en colocar los que de CULTURA, sólo conocen, y mal, el nombre.
Un saludín
"Cultura ligth", "subcultura", "cultura de masas".
Esos términos se suelen utilizar para nombrar a toda manifestación cultural que es devorada con frucción por algo más de cinco o seis personas y que además, se suele disfrutar sin necesidad de ser un lumbreras, un estudioso de nada ni una persona perteneciente a ningún tipo de élite social.
La palabra "Cultura", así, seca, dura y cortante, se reserva sólo para un tipo de manifestación que puede, debe, ser consumida con moderación, con cierta reverencia y con una distancia que asegure que, aunque la comprendes y aprecias, es algo demasiado bueno para que los demás puedan saborearla.
Los cuadros de los museos, exposiciones y galerías; las estatuas carísimas que los ayuntamientos ponen en las calles, tan bonitas ellas; los conciertos de orquestas a las puertas de las iglesias, todo eso es cultura. Silencio, respeto, frialdad...
Si no reúne estas características, no estás asistiendo a un acto cultural.
Si tu libro no tiene palabros extraños, si no te lleva al interior de la psique remozada tras las penurias de una infancia desoladora en yuxtaposición con la hegemonía del hedonismo proviniente de las clases menos asentadas y el paradoxismo de la lucha obrera, lo siento. No has escrito nada que tenga que ver con la cultura. Es simple "cultura basura", de consumo rápido y de disfrute de la vulgar masa.
Si es una película española, puedes añadir un par de tetas y algún desnudo (o varios) frontal de la actriz principal, que también querrá decir algo.
Pero si en la cinta hay dragones, elfos, guerreros medievales o de guerras futuras, naves espaciales o navíos bravíos, lo siento. Es de "niños", de consumo rápido.
De esas que duran algo más que tres días en cartelera, y claro, algo así, no puede ser "arte", ni "cultura".
A mi modo de ver, la CULTURA, así, en mayúsculas y rescatándola de las garras de quienes la pretenden convertir en un reducto para intelectualoides de película (artística, por supuesto), es algo más que todo esto.
CULTURA es lo que la gente aporta a la tradición que se remonta al principio de los tiempos (de las personas, me refiero), toda la manifestación que se une a lo ya existente, que se fusiona con ello y promueve que alguien ejercite sus neuronas para dar una nueva vuelta de tuerca a la situación y aporte algo más.
CULTURA es lo que las instituciones dan por hecho que lo es, y lo que no dan.
Es la música, desde la tonadilla más sencilla hasta la pieza barroca más elaborada, pasando por ese tema Trash, el pop blandito y prefabricado de los OTitos, el Salsa Rosa (ahí se nota la evolución. Antes habría dicho Tómbola), y CSI, los Morancos y los Monty Phyton.
Todo se une en un todo para definir lo que somos, lo que hacemos y adonde vamos.
Superman Returns no le pega una paliza en cuanto a calidad a Volver, pero gusta más a la gente, o al menos, ha conseguido que más gente vea la primera que la segunda. Porque está arraigado en la cultura de "masas". Porque es un idioma universal que trasciende a lo nacional para pasar a lo que degustamos sin necesidad de rompernos una neurona intentando descifrarlo.
¿Quiere decir esto que la película de Almodovar no es CULTURA?
No. Quiere decir que ambas lo son, pese a quien pese.
En el juego entran también el gusto de cada uno, el tipo de CULTURA que quiere digerir en cada momento, el mensaje que quiere recibir y la necesidad de querer ser uno mismo, y elegir lo que realmente te gusta, o la de pertenecer a un grupo determinado, sin tener en cuenta ese pequeño detalle.
El truco está en discriminar, en permitirse disfrutar de una cosa y de otra, de una ópera y de Lordi, de un cómic de Marvel y la Iliada, de conocer, experimentar y valorar lo que existe, y lo que queremos disfrutar.
Y olvidarse de las etiquetas que se esfuerzan en colocar los que de CULTURA, sólo conocen, y mal, el nombre.
Un saludín
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Laura Laínez, desde un pedacito de tierra rico en cultura llamado EL Salvador.