DE BAJA, Y CON TIEMPO PARA PENSAR

Pues sí.
De baja.
Con la pata tiesa y rodeada de vendas.
Cosas del trabajo, que no sólo hace que te canses, sino que encima, provoca accidentes para que te lesiones.
Realmente, no es nada grave, pero me va a mantener en casa, encerrado, hasta el viernes como minimo.
Tiempo de sobra, de todas formas, para leer, escribir y dar vueltas a la cabeza sobre temas intrascendentes, pero también interesantes.
Pienso, por ejemplo, en el nuevo culto que ha aparecido en Estados Unidos de América.
Si no eres de otro planeta, ya lo conocerás. Ha sido portada y comentario de miles de noticieros, informativos y periódicos de todo el mundo.
Se trata de la Iglesia del Monstruo del Espagueti Volador.
Ahí es nada.
Según este señor, el creador de este culto, el Universo fue creado por una entidad cósmica, superior a todo lo superior, con forma de bola de fideo gigante, y con albóndigas por ojos, que hizo la Tierra a su imagen y semejanza.
No contento con ello, demostró empiricamente, la relación existente entre la disminución de población de piratas (de los de parche y patapalo) y el aumento de las temperaturas... Por obra y grácia del Espagueti, por supuesto...
La cosa tiene su cosa, pero es un tema más serio de lo que parece.
Verás.
En los USA esos, hay un movimiento que propone, desde que el país es país (o sea, cuatro días), la necesidad de enseñar en las escuelas, institutos y universidades, que la Tierra fue creada según el Génesis. Seis días, con uno de descanso, que si los fósiles son fraudes, que si la Tierra tiene cinco mil años, y que si la creó un tipo con barbas y mala leche.
Realmente, hay gente que ha ido a la carcel por enseñar la teoría de la evolución y hasta mil novecientos ochenta y tantos, no fue obligatoria la enseñanza de la teoría de Darwin.
Pues bien, el creador del Monstruo del Espagueti Volador envió una carta a una institución con poder de decisión para decidir qué se enseña en las escuelas de Kansas para que se incluya, en clase de ciencias, la teoría por la que el mundo fue creado por el susodicho.
Realmente, alega, tan válida es una cuestión como la otra.
Es cuestión de fe.
Pero cuidado. Esto sucede en USA, y lo que sucede en USA, no queda en un simple suceso.
La propagación de la carta por internet ha dado lugar a la popularización del culto, medio en broma, medio en negocio, y ha ganado el negocio.
Posters, camisetas, llaveros y todo lo habido y por haber el simpático Dios de Pasta se pueden comprar por un módico précio.
Y de la reinvindicación llegó la broma, y de la broma, el negocio.
Dios (el que sea) bendiga América.

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