LA BOMBA

Agobiado por el fuego enemigo, buscó desesperado en la caja de plástico.
Al encontrar el frío tacto del cilindro metálico, sintió renacer una pequeña esperanza, y lo asió fuertemente.
Tiró de la anilla, y la fuerte explosión de frescor y burbujas recorrió su garganta, despejando en parte los efectos del sofocante sol.
Refrescado y con más ganas, volvió a la novela.

Comentarios