Se pasó toda la vida en la orilla, a salvo de las olas. Desde allí veía como los demás remontaban y se hundían en el agua, pensando qué estúpidos eran, por enfrentarse de manera tan irracional a lo incontrolable.
Finalmente, para contentar a Carla, se metió en el agua.
La ola más débil se lo llevó, porque no sabía nadar
Finalmente, para contentar a Carla, se metió en el agua.
La ola más débil se lo llevó, porque no sabía nadar
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