CRÓNICA DE UNA PRESENTACIÓN

Bueno, han pasado muchos días, han pasado muchas cosas, y he desatendido demasiado esta bitácora. Ahora, vuelvo a escribir, tras unos días en los que no he tenido tiempo ni para estar relajado.
La cosa viene de lejos, desde luego. Desde el día once de marzo.
Ese mismo día, comenzó un trabajo, una labor que me ha tenido atrapado hasta hoy mismo, y que durará todavía unos cuantos meses, pero esta vez, en plan más tranquilo. Espero.
MARZO ya está en las tiendas, distribuido.
Sí, tantos meses de trabajo, y el niño ya se mueve sólo.
Pero hay mucho que contar sobre este libro. Cosas que han pasado estas dos últimas semanas, y que quizás no conozcas.
Los nervios fueron in crescendo durante la semana del 22 al 28 de noviembre. Se acercaba la presentación en Madrid, y la cosa se iba poniendo calentita. El lunes por la tarde, me llamó Silvia Casasola, productora del programa de Onda Cero, La Rosa de los Vientos, cuyo director, Juan Antonio Cebrián, tuvo a bien prologar el libro. Esa misma noche participé en el programa, justo detrás de Txus, el batería de Mägo de Oz.
Los que me conoceis, sabeis mi admiración por Juan Antonio, y mi dedicación a la Rosa. Fueron unos doce minutos, segundo más, segundo menos, que me permitieron entrar en directo en la historia de uno de los más grandes programas de la rádio nocturna de este país.
Un rato antes, estuve en Que te cuentas, el programa "primo" del Hablar por hablar, pero que se emite en los 40. Allí dimos a conocer el proyecto al principio, y quise volver a anunciar que ya estaba terminado.
La semana pasó, preparando, llamando, escribiendo, organizando...
Y el viernes, a primera hora de la mañana, la familia Alós - Mora salió de viaje hacia Madrid.
El viaje estaba bien. Tranquilos, casi sin tráfico, y muy relajados. Los libros habían salido por la tarde anterior de Barcelona, y por la mañana estarían en Expocomic. Las advertencias de Susana para que lo comprobara todo una vez más, por la noche, no tenían razón de ser.
Iluso...
Cerca de Madrid, llegando ya casi, suena el móvil. Lo coge Susana, y le veo sonreír, divertida. Malo...
Cuelga y me lo suelta. Era Chechu, de Astro City. Chechu se ofreció a recibir los libros en Madrid, y a guardarlos hasta que llegaramos. Pues bien, había recibido una llamada de la agencia de transportes, subcontratada por Nacex, para hacer el transporte hasta Madrid. Preguntaban si no importaba que los libros llegaran el sábado, por la mañana o quizás a media tarde...
Parada de emergencia en una estación de servicios, llamada a Nacex, y la calma. Había habido un error, pero las cajas ya estaban de camino a Madrid. Llegaron esa misma tarde...
Después de pasear por Madrid, saborear un chocolate con churros en un bar de la Plaza Mayor (me pareció excesivo probar los famosos bocadillos de calamares), nos acercamos a Expocomic, localizamos las cajas, y repartí unos pocos.
Conocí a Carla, liada ella con las firmas de su Hire (excelente teleo. Cómpralo), y desaparecimos hasta la mañana siguiente.

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