FIRA D'ONDA 2004

Un año más, ha llegado.
El final de octubre siempre llena las calles de Onda de una vibración singular, de un sentido distinto de la vida.
El cuerpo hormiguea, y la luz escasa del día, aunque todavía soleado, y normalmente de temperatura agradable, presagia noches de fiesta, diversión, buen comer, y, sobre todo, mucho beber.
Yo, aunque apartado desde hace cuatro años del movimieto festivo, por causas mayores (bueno, él dice que ya es mayor. Ahora, su hermana, es la pequeña), siento ese cosquilleo, que me ha llevado este año a deber favores a mis compañeros hasta que me jubile. Cosas de trabajar a turnos...
Oficialmente, la Fira comienza el 9 d'Octubre, el día de la Comunidad Valenciana, por aquello de ir enlazando fiestas. Este año, ha sido el 12, día de la Hispanidad. Ese día, Alba Viciano fué nombrada Reina Infantil de la Fira 2004, y comenzó el espectáculo.
Del 12, al sábado 15, en que le tocó el turno a Carmina Alfonso, la Reina de la Fira.
Esta institución, que se basa en que una chica joven y atractiva represente a la villa durante todo un año, de Fira a Fira, está pasando por malos momentos, ya que representa un gasto considerable para la familia. En otro post contaré cosas sobre la Reina. No sobre Carmina, claro, sino sobre el cargo sí.
Este año, Carmina está sóla, sin Corte de Honor que la acompañe, y contrasta con la explosión de Damas del año pasado. Seis, si no recuerdo mal.
Los días para llegar a la Fira pasan muy rápido, ya que comenzaron el 22, viernes.
Yo conseguí terminar ese mismo día a las seis de la mañana, y dormir un poco. En unas horas, comenzaba la Fira, y yo quería disfrutarla, esta vez, con mi familia.
Cena preceptiva con los cuñados y sobrinos, que viene a ser mi peña, y salida a la Cridà.
Por supuesto, llegamos tarde, pero es lo de menos.
La Cridà es un acto totalmente simbólico.
La Reina, en este caso Carmina, sale al balcón del ayuntamiento, y pronuncia una palabras. Termina con un "Visca la Fira d'Onda", y comienza el espectáculo.
Bajo el balcón, miles de ondenses, mayoritariamente jovenes de menos de 20 años, vestidos con los uniformes de cada peña, multicolores y diferentes, esperan la salida de la Reina.
Se corean gritos de "Fira d'Oooooooooondaaaaaaaaa", alentados por Manolo Torner, improvisado animador del acto.
La Fira está a punto de estallar, y todos quieren divertirse.
En cuanto termina la Cridà, comienza el fuego.
Sí, literalmente.
Mi buen amigo David Baldeón, ilustre cántabro, insiste en que los levantinos tenemos una molesta afición al fuego, la polvora y el ruido desmedido.
Tiene razón.
El principal espectáculo de esa noche de viernes, el "divendres de Fira", es el Correfocs.
Este año, le toca a la compañía ScuraSplats ofrecer "Cosmic". Una decena de "dimonis" recorren las calles del centro con antorchas de chispas, retando a los espectadores a que se metan bajo la lluvia de fuego. Por supuesto, eso hacemos.
La apoteosis llega en el Raval, punto de partida y llegada de los "dimonis". Varias tracas colgadas, combinadas con antorchas que arrojan fuego sobre los ya alterados ondenses, hacen que se haga de día en la plaza.
Como colofón, el escenario se convierte en un auténtico infierno de polvora, luz y sonido, mientras los actores bailan sobre él.
Realmente emocionante...
Es algo que no te debes perder, si tienes oportunidad de conocer. Te gustará.

Sigo en posts siguientes.

Un saludín.

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