Hola, me llamo Víctor Alós y, como tantos padres durante esta semana, soy un criminal peligroso. Sí, no es asunto de broma. Un presunto “agente de la autoridad”, me amenazó, igual que a cientos de padres durante las fiestas locales, (Fira d'Onda, se llaman), con una multa de 3.000 euros si hacíamos algo tan deleznable y socialmente infecto como cruzar una calle o permanecer con alguno de mis hijos debajo de un cadafal, una actividad que, sin saberlo durante más de cuarenta años, resulta ser dañina para todos los vecinos.
Me aseguró este señor que “los menores no pueden estar bajo los cadafales, bajo multa de 3000 euros”, disfrazado como si fuera miembro de cualquier peña festiva, y sin identificarse como miembro de un presunto servicio de seguridad del que nadie sabía nada. Ante la lógica rebeldía (¿quién es ese tipo vestido de azul para darme órdenes?) se personó otro, con más rango (presuntamente, porque tampoco se identificó) que insitió (cierto es que con mejores maneras y ofreciendo alguna explicación : “lo dice la ley”).
La incongruencia llega cuando asegura que “los menores, fuera en la calle o sobre los cadafales”, y ser testigo como amonestaban a menores (y sus padres) al ir a acceder a los cadafales... pasando por debajo.
Lo que me resulta curioso es que me (nos) cataloguen de criminal(es) multable(s), cuando pasee junto a los cadafales junto a mis hijos, sin acceder al recinto taurino, o que lo hagan con algún padre o madre que intente cruzar para llegar a su cadafal, o ya el colmo de la estupidez, a su propia casa, como sé que han ocurrido casos.
Mientras, los toros, eso que es “una tradición milenaria” que hay que “mantener a toda costa” se comen la simple libertad de poder acercarse a verlos. Por suerte, a mí los toros me la traen floja, más aún si me van a costar, no ya lo que se gastan en ellos en la Fira, sino una multa de medio millón de las antiguas pesetas porque mis hijos, porque a algún descerebrado le ha parecido bien, no puedan ni acerarse a ver “el bou de fira”, que tanta fama dicen que tiene.
Comentarios
El estado no puede sustituir a los padres en cuestiones de responsabilidad, y los niños, por estar debajo de los cadafales, no corren más peligro que estando detrás de las vallas.
No se puede dar a un personal civil, encima, sin ir debidamente identificado, autoridad sobre a quien sancionar o no. Para eso están los policías.
Interrumpir un servicio policial para multar con 3.000 euros a un padre de familia que está intentando disfrutar de la Fira con sus hijos no me parece una prioridad, cuando hay cosas que pasan y en las que no actúan (por falta de medios, por falta de personal, etc).
Y no te equivoques. Se trata de una norma para no complicar más la situación del Bou al Carrer, no para proteger a nadie. Porque proteger ¿de que?
Un saludin
Un saludín