Que todo el mundo dice que en su propia ciudad no hacen nada interesante, y que hay que ir a otras para encontrar lo que te gusta, es algo que estamos acostumbrados a escuchar. La verdad es que no es así. Cada ciudad tiene a su grupo de inquietos que se mueve, siempre porque les gusta, y siempre para compartir con otros sus aficiones, su pasión.
Hasta en Sepelaci Capital ocurre esto, aunque nos resistamos a reconocerlo.
Pero no voy a hablar de Sepelaci Capital hoy, sino de la Capital de la provincia, Castellón.
En esta pequeña ciudad hay un grupo de incombustibles de la literatura de género, aficionados y autores, lectores y escritores, pero también vendedores de sueños, que en ocasiones se unen para transmitir a todos la pasíón por la letra escrita y las ganas de compartir vivencias.
Guillem López es uno de estos escritores inquietos. Su novela, La Guerra desde el Norte, está consiguiendo hacerse un importante hueco en las librerías de todo buen lector, pero él va más allá y ha organizado, junto a otros incontestables, unas jornadas de literatura fantástica que han sido de lo mejorcito que he visto nunca.
El marco, un lugar indispensable en la capital de La Plana, una librería que debería ser lugar de peregrinaje para cualquiera que disfrute, no ya solo de la lectura, sino de la magia de los libros: Argot, la librería de la calle San Vicente.
Uniendo esfuerzos, surgió la idea, hace ya varios meses, de crear FantastiCS 2010, una propuesta que se hizo realidad durante el mes de noviembre y que trajo a Castellón a autores, a teóricos, a amigos y a gente que se lo pasó estupendamente.
No pude estar durante el primer fin de semana más que un par de horas, por aquello del horario, pero ya tuve el privilegio y el placer de conocer a Susana Vallejo y Sergi Viciana, quien nos deleitó con su ponencia sobre los zombis y el posmodernismo. Pese a lo enfarragoso del tema, muy entretenida y divertida.
Con ambos pude charlar de muchos temas interesantes, y el estar allí me permitió conocer a María Martín, editora de La Torre de Marfil y José Antonio Cotrina, un autor de quien había oído hablar, pero que no conocía personalmente.
También acudieron viejos amigos, como Zonk PJ, Emilio Bueso, con la muleta a cuestas y una gran noticia, Ricardo Acevedo y Carmen Signes, y la charla continuó después de los actos, porque eso es lo que pasa en estas cosas.
El segundo fin de semana sí que me cogí un rato más y tras acabar de trabajar, me bajé a Castellón y compartí comida con el escurridizo Juande Garduño, que ya era hora de conocerlo en persona. Rafa, el dibujante de Tajuña, webcómic realizado al alimón con esa bestia parda de la escritura que es David Mateo, Jesús Cañadas, autor de El Baile de los Secretos, que se editará el año que viene, Juan Miguel Aguilera, Javier Arnau y otros grandes de estos temas, y que no suelen faltar a nada que se organice. Incluso el ínclito ganador del Premio de la UPC, el cubano Yoss, un tipo increíble con el que me había carteado alguna vez, pero que no conocía en persona.
Interesantísima la presentación de Susana Eevee de su novela Dos Coronas, que me llevé autografiada, y con el ego muy subido. Pues, ¿no va y dice que mi voz en el podcast le encanta? Lo divertido es que nos reconocimos al instante, pese a no habernos visto nunca las caras. Es lo que tiene esto de internet, nos sitúa en el mapa de otras personas sin nisiquiera darnos cuenta.
Al terminar, la acostumbrada pelea entre librodigital-librotradicional, que se focalizó entre las posturas de Emilo Bueso y Juan Miguel Aguilera, algo que, según David Mateo, es tradicional. Minipunto también para Zonk que defendió, desde su posición de editor digital, su modelo de negocio.
Después llegaron más presentaciones, de editoriales jóvenes y con fuerza, pero yo continué la charla con Gustavo, Zonk y Emilio tomando algo en la cafetería de la misma librería, que es donde se sacan los temas de verdad interesantes.
¿Mi valoración sobre las jornadas? Pese a que pueden no haber salido muy bien economicamente, si es lo que se pretendía desde la librería, desde luego han ocupado espacio en los medios (no tanto como nos gustaría, claro), han demostrado que hay gente interesada y que disfruta de leer, aunque todos se lleven la mano a la cabeza por lo poco que leemos todos, y hemos ratificado una teoría que tengo desde hace años: en este mundillo, aunque parezca que seamos pocos, somos muchos, y en cada ocasión, nos vemos los mismos, y por suerte, muchos nuevos.
El año que viene, más. Si se puede, mejor.
Un saludín
Hasta en Sepelaci Capital ocurre esto, aunque nos resistamos a reconocerlo.
Pero no voy a hablar de Sepelaci Capital hoy, sino de la Capital de la provincia, Castellón.
En esta pequeña ciudad hay un grupo de incombustibles de la literatura de género, aficionados y autores, lectores y escritores, pero también vendedores de sueños, que en ocasiones se unen para transmitir a todos la pasíón por la letra escrita y las ganas de compartir vivencias.
Guillem López es uno de estos escritores inquietos. Su novela, La Guerra desde el Norte, está consiguiendo hacerse un importante hueco en las librerías de todo buen lector, pero él va más allá y ha organizado, junto a otros incontestables, unas jornadas de literatura fantástica que han sido de lo mejorcito que he visto nunca.
El marco, un lugar indispensable en la capital de La Plana, una librería que debería ser lugar de peregrinaje para cualquiera que disfrute, no ya solo de la lectura, sino de la magia de los libros: Argot, la librería de la calle San Vicente.
Uniendo esfuerzos, surgió la idea, hace ya varios meses, de crear FantastiCS 2010, una propuesta que se hizo realidad durante el mes de noviembre y que trajo a Castellón a autores, a teóricos, a amigos y a gente que se lo pasó estupendamente.
No pude estar durante el primer fin de semana más que un par de horas, por aquello del horario, pero ya tuve el privilegio y el placer de conocer a Susana Vallejo y Sergi Viciana, quien nos deleitó con su ponencia sobre los zombis y el posmodernismo. Pese a lo enfarragoso del tema, muy entretenida y divertida.
Con ambos pude charlar de muchos temas interesantes, y el estar allí me permitió conocer a María Martín, editora de La Torre de Marfil y José Antonio Cotrina, un autor de quien había oído hablar, pero que no conocía personalmente.
También acudieron viejos amigos, como Zonk PJ, Emilio Bueso, con la muleta a cuestas y una gran noticia, Ricardo Acevedo y Carmen Signes, y la charla continuó después de los actos, porque eso es lo que pasa en estas cosas.
El segundo fin de semana sí que me cogí un rato más y tras acabar de trabajar, me bajé a Castellón y compartí comida con el escurridizo Juande Garduño, que ya era hora de conocerlo en persona. Rafa, el dibujante de Tajuña, webcómic realizado al alimón con esa bestia parda de la escritura que es David Mateo, Jesús Cañadas, autor de El Baile de los Secretos, que se editará el año que viene, Juan Miguel Aguilera, Javier Arnau y otros grandes de estos temas, y que no suelen faltar a nada que se organice. Incluso el ínclito ganador del Premio de la UPC, el cubano Yoss, un tipo increíble con el que me había carteado alguna vez, pero que no conocía en persona.
Interesantísima la presentación de Susana Eevee de su novela Dos Coronas, que me llevé autografiada, y con el ego muy subido. Pues, ¿no va y dice que mi voz en el podcast le encanta? Lo divertido es que nos reconocimos al instante, pese a no habernos visto nunca las caras. Es lo que tiene esto de internet, nos sitúa en el mapa de otras personas sin nisiquiera darnos cuenta.
Al terminar, la acostumbrada pelea entre librodigital-librotradicional, que se focalizó entre las posturas de Emilo Bueso y Juan Miguel Aguilera, algo que, según David Mateo, es tradicional. Minipunto también para Zonk que defendió, desde su posición de editor digital, su modelo de negocio.
Después llegaron más presentaciones, de editoriales jóvenes y con fuerza, pero yo continué la charla con Gustavo, Zonk y Emilio tomando algo en la cafetería de la misma librería, que es donde se sacan los temas de verdad interesantes.
¿Mi valoración sobre las jornadas? Pese a que pueden no haber salido muy bien economicamente, si es lo que se pretendía desde la librería, desde luego han ocupado espacio en los medios (no tanto como nos gustaría, claro), han demostrado que hay gente interesada y que disfruta de leer, aunque todos se lleven la mano a la cabeza por lo poco que leemos todos, y hemos ratificado una teoría que tengo desde hace años: en este mundillo, aunque parezca que seamos pocos, somos muchos, y en cada ocasión, nos vemos los mismos, y por suerte, muchos nuevos.
El año que viene, más. Si se puede, mejor.
Un saludín
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